lunes, noviembre 28, 2011

siquiápolis





















siquiápolis


cuando los pies eran descalzos

no los perturbaban gritos

ni pastos duros sembrados por los otros


es mentira la civilización de las suelas

los zapatos a más cuestan más aplastan


un problema de calzado

un trastorno de camino

un vulnero a las tripas que duelen por la burla


tanto timbre tanta alarma

de los pies a las orejas hay un tóxico

común

que se me mete en las seseras

violenta excluye el regreso a las razones

desconoce

la vida viva de semejantes parada en uno y otro pie



domingo, noviembre 20, 2011

cerrazones


cerrazones

"la vida es más fuerte que una pintura, que un poema,

que una canción”: violeta parra

sombras ensombrecidas que no asombran

no se detienen

aunque el sol arda perpendicular en los pastos y en los cuerpos

hoscas con el bruto sabor de tenerlas de parientes


sombras revueltas incrustadas

por las huellas de uno mismo por las voces de los otros

por el miedo que se vende por la ausencia que no toca

anonimatos en crepúsculos impávidos


sombras sin un árbol aún con quitasol

quizás se termine amándolas

dándoles la mano en osadía de camino


en mediasombra

es posible que amanezca


lunes, noviembre 14, 2011

la “verdadora“




















la “verdadora“


agazapada la mentidora

detrás de lo que no dice/ miente cuando se cierra

cuando por amor pone dos hombros y abrazo

miente cuando no levanta sus cortinas

miente cuando no come

cuando no se emborracha

miente

a la mugre/ a la piel/ a su boca

al humo del tabaco

miente/ cuando dice bien


la mentidora en realidad

no cuenta mentiras

se quita las palabras/ viste retrasos de amaneceres

se cuenta la luna

su militancia íntima

sus corajes ante un párrafo absurdo


nadie descubre a la mentidora (todos la creen madriguera)

pero cuando ríe…

pero cuando ríe es la auténtica mujer de loza fina

la roja pasionaria

en bautismo / la “verdadora”


si alguien escuchase el viento de su boca

lo sabría



lunes, noviembre 07, 2011

esponsales













esponsales



negras y blancas

teclas

acordeón

y unas manos que recorren/ ojos cerrados

cuerpo de hembra el instrumento

responde/ se entrega

un trozo de tela roja/ flecos en sus rodillas

la falda completa

enrosca la ficción

hay un acto de amor a ras de causarse innegable


está gestual / escalofriado en el lienzo de las entidades


roza espaciosamente la música el tenue vello

eriza

los dedos son flamas musitándole a los brazos

a la nuca

un morral la boca / de jugos que proyectan mueca del goce

tensa tensan en silencio retorcido pero lento

un movimiento un reconocerse dentro

brotan violín y viola


con el fin /el acorde / que derrama entre los dos