manos tierra

manos tierra

madera techo y tragaluz

madera alamedas y ladera de montañas

madera los gatos y las mesas

en el útero de tierra

cordillera en mano

te descubro pachamama

en un hueco de arroyo seco

veo tus manos sosteniendo

mientras un dique azul

te contiene augurio

rezo ancestral entre las ruinas

voces de siglos manteniendo

hermanas de los peces y los pumas

tus garras y las nuestras

se hacen ovillos flecha herida

para salvarte salvarnos

madre sabia

mabel casas   

pequeños casi míos

pequeños casi míos

los extraño desde las uvas

desde mi sangre que siente

desde la ausencia

y la presencia muy adentro de mis tripas

la canción de cuna que poco les canté

la risa que nos dimos

la piel hablando con la mía

la cama la cuna el parto

no siempre estuve

no siempre abracé padre madre

allí

en sus paisajes de viento

con picos de cumbres

con soles de nieve

con álamos muchos bajo la sombra

ni lunas planicies de luz en noche

los extraño y los nombro en buenas noches

en los amo

en buenos días

en belleza y canto

travesura y danza

los nombro

y ya tanto no extraño...

mabel casas  

recuento

recuento

tenía una utopía

tenía un sueño

tenía la cuota bella de un jardín

y la azucena

perdón humanidad por las armas y las balas

por el ciego burdel de los millones

por hacer racismo con los niños

los grandes los abuelos

por matar

contaminar

mentir

hoy tengo un nudo de garganta

un poncho enroscado por el frío

y una cajita pequeña con monedas

donde guardo y camino aún buscando mi utopía

todavía

mabel casas

consulta

consulta

te cuento un secreto visceral

latido mío

él dice que vendrá despacio

envuelto en el tumulto inconsciente del ocaso

donde junto con el sol se irá el tiempo

en el revuelo de los pájaros

con el azul noche cuando atardezca

estará aquí sin más relojes

que unas gotas de rocío

traerá un ramo de incendios con sahumerios

y la ceremonia de quitarnos los pudores

un poco más latido mío

y sentiremos los suyos por cada minuto que esperamos

en cada hueco donde nos quedemos

celebrando por las cuestas de la cama

mientras la noche 

nos cerca de inmediatos

mabel  casas