sábado, abril 10, 2010







hendedura




grítenme avísenme cuidado las barrancas

urgente en retumbo con la mano haciendo de altavoz

repítanmelo

no voltees por barrancas


ya se que nadie tocará la alarma

por eso revuelco y no puedo dejar de rodar

mientras casi imposible no sentir agrios y chispazos

alfileres avisándole a mi cuerpo

y yo nada mi voluntad nada mi dolor todo

se que caí por mi propio pie

sé que no hay ni una tira ni un cardo en que tomarse

se que llego a poco al finito estrecho y puntiagudo


y todavía intento avisarme del peligro

con tan escasa foniatría

que sólo alcanza para reproducir un eco

que les diga a los demás cuidado las barrancas….


dudo que sea perceptible y ya siento el final del terraplén




retrato: "en la memoria" de Fernando Carballo

3 comentarios:

JOSU dijo...

Jo!! Que facil parece que lo cuentas. Y percibo hasta la intensidad , la ilusión y el olor al derrummbe.
Como cuando uno se enamora y sabe que acabará mal.

"Adrian: Eres una ingenua Loli, enamorarse sucede por encima de la voluntad propia, eso es algo inesperado e irracional. Enamorarse sucede... como la lluvia en verano. Como la lluvia en verano."

Palabras como nubes dijo...

Tremendo.
Uno cae por su propio pie, sí, por su propio peso, por esta "nada de voluntad y dolor todo". Me impactó, me traspasó esta poesía.

Abrazo
Jeve.

mauricio gonzález faila dijo...

Uno cae por lo que hace compañera!!! Me gustó leerte, es un canto al silencio.Bellísimoo!!!

Mauric10Rey